PROYECTO NIM

El proyecto Nim es un largometraje documental que narra la historia del fracaso de un experimento científico, del empecinamiento de un investigador de la Universidad de Columbia, el profeso Herbert Terrace, en conseguir que un chimpancé aprenda el lenguaje de signos una vez demostrada la imposibilidad de lograr que ni él, ni ningún otro de sus congéneres, pudiera aprender el lenguaje humano.

Realizado por un especialista del género, James Marsh –Oscar por El funámbulo en 2009 y Premio al Mejor realizador de documentales en el Festival de Sundance 2011- recorre los 26 años de vida del chimpancé Nim, nacido en cautividad y arrancado literalmente de los brazos de su madre, Carolyne (a la que anteriormente ya la habían quitado otros seis chimpancés bebés para dedicarlos a diferentes cometidos) en una especie de reserva para primates de Oklahoma en noviembre de 1973.

Siempre bajo la tutela del "eminente científico” - a juzgar por sus muchas apariciones en el documental y sus propias declaraciones, un superego megalómano convencido de estar llevando a cabo un proyecto revolucionario- e ignorando los sufrimientos del animal, al que primero llevan a vivir con la familia de una exalumna (y también examante) del eximio profesor, tan metida en el papel que incluso le amamantó durante dos meses, y después recluyen en el laboratorio de la universidad y posteriormente en una mansión medio arruinada, que había sido la residencia de un decano y llevaba años abandonada. Ignorando también el sufrimiento de las diferentes personas, hombres y mujeres, que a lo largo de los años se fueron ocupando de Nim, todos ellos enormemente encariñados con el animal y la mayoría estudiantes, becarios y voluntarios; todos con la ingenuidad propia de aquellos primeros hippies de los años 1970 que hicieron de la naturaleza y sus habitantes una meta precursora de otro mundo posible; todos creyendo realmente en las promesas del director del proyecto (quien asistía a los avances y retrocesos de la investigación desde su despacho de Columbia y acostumbraba visitar al grupo un par de veces al año, siempre acompañado de fotógrafos y cámaras de televisión) y esperando encontrarse un día manteniendo una conversación más o menos fluida con el chimpancé Nim, siempre vestido como un niño, siempre tratado como una criatura caprichosa y consentida.

EMULE